LA IMAGEN ROTA

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Sunday, October 24, 2010

DOUGLAS SIRK SIN LAGRIMAS
Por DAVE KEHR
Publicado: 13 de octubre de 2010 The New York Times
Turner Classic Movies ha lanzado cuatro películas por Douglas Sirk que muestran la otra cara de este director que se ha dado a conocer por sus melodramas.
Dorothy Malone y Rock Hudson en "Tarnished Angels", una obsesión de muerte de Douglas Sirk.
El director Douglas Sirk se ha identificado casi exclusivamente por los melodramas profusamente producidos, emocionalmente y ostentosamente extravagantes que hizo cerca del final de su carrera en Hollywood con películas como "All That Heaven Allows" (1955), "Written on the Wind" (1956) y "Imitation of Life" (1959). Hoy un favorito de críticos de cine formalista tanto como por profesores de estudios culturales, estas películas una vez se celebraron casi con completo desprecio por los guardianes del buen gusto, que detestaron su explícito sentimentalismo y las rechazaron como telenovelas.
La tendencia en estos días es verlas en términos casi opuestos. Sirk, quien abandonó Hollywood con disgusto en la cúspide de su carrera para volver a su nativa de Europa, es visto como un hábil y sutil irónico que utiliza señales visuales, espejos y superficies duras, imágenes atravesadas por diagonales tensas, colores antinaturales y radiantes para desmeritar y criticar los valores de la clase media.
Este aspecto de su obra ha sido apropiado por varios cineastas contemporáneos. "All That Heaven Allows" la historia de una relación amorosa condenada entre una viuda de mediana edad (Jane Wyman) y un joven y guapo jardinero (Rock Hudson), inspiró a Rainer Werner Fassbinder para "Ali: El Miedo devora al alma" en 1974 y a Todd Haynes en "Far From Heaven" en 2002 y es el modelo de Luca Guadagnino para "I Am Love," el reciente éxito de art-house que acaba de aparecer en DVD.
Pero el melodrama sólo representa una parte del trabajo de Sirk y no necesariamente el más personal. Una nueva colección que se vende exclusivamente a través de Turner Classic Movies, llamada "Douglas Sirk: colección de cineasta," ofrece cuatro títulos que no fueron publicadas en DVD en los Estados Unidos, ninguno de ellos lacrimógenos. En su lugar existen, un drama ético-religioso situado en un convento ("Thunder on the Hill," 1951), un western, "Taza, hijo de Cochise," 1954, un espadachín ("Capitán Lightfoot," 1955) y una ambiciosa adaptación literaria, "The Tarnished Angels," 1958”. Por ser un director contratado por Universal, se esperaba que Sirk trabajara en una variedad de géneros y estilos. Durante su tiempo en el estudio también dirigió musicales, comedias románticas y filmes de la guerra, con diferentes grados de implicación personal en cada proyecto, pero invariablemente haciendo lo mejor para lograr los guiones que se le habían asignado.
Sirk abordó el melodramático "Thunder on the Hill," basada en una obra de Charlotte Hastings llamada "Bonaventure," en el espíritu de las películas de estudio de fina y completamente artificial producción, que se hicieron en Alemania antes de su auto-exilio en 1937. La trama requería un grupo de personajes atrapados en un convento en el este de Inglaterra por el aumento de las inundaciones y Sirk aprovechó la oportunidad para crear uno de los deslumbrantes "exteriores" en estudio que fueron la gloria de los Estudios Ufa en Alemania.
Con un sistema de regaderas y una batería de máquinas de viento que azotaba durante una noche como una gloriosa y exquisitamente iluminada tormenta, Sirk se divirtió apelando a las referencias bíblicas en esta historia de una monja con sentimiento de culpa (Claudette Colbert) que llega a creer que una asesina convicta a su cargo (Ann Blyth) no es culpable. En esta pieza literaria y no por última vez, Sirk parece permitirse alejarse de las actuaciones, pero utiliza el entorno del estudio para crear algunas espléndidas y falsas perspectivas con trucos de iluminación. El enfrentamiento culmina en un campanario que bien podría haber dejado huellas en el clímax de la película de Hitchcock "Vertigo."
Cuando Sirk llegó por primera vez a Universal, el estudio se esforzaba en convertir a un irresistiblemente buen tipo del medioeste en un ídolo, un no menos increible llamado Rock Hudson. Los intentos de endurecer la personalidad de Huson en pantalla, que se les adjudicó a directores de acción vigorosamente machista como Raoul Walsh y Budd Boetticher, habían resultado prometedores pero no espectaculares y finalmente Universal recurrió a Sirk.
"Taza, Son of Cochise" fue una semi secuela de "The Battle at Apache Pass" (1952) y no tanto una serie de películas de acción con que el estudio había comenzado a poner a Hudson. Pero con Hudson escogido para interpretar al hijo del Guerrero Cochise (con Jeff Chandler en su tercera aparición como el personaje) de voz suave y amante de la paz, Sirk minimizó la ira y la agresión del personaje y dejó la gentileza y la reticencia que emergian de Hudson. Cuando Sirk mantuvo esas características un paso más allá en su próxima película con Hudson, "Magnificent Obsession" (1954), el resultado fue un gran éxito, y al fin, el estudio tuvo la estrella que quería.
"Taza" y "Capitán Lightfoot," la historia de un revolucionario irlandés, rara vez se cuentan entre películas personales de Sirk. Sin embargo, ambas tienen una inusual sensación de aire libre y están llenas de un lírico trabajo de locaciones ("Captain Lightfoot" fue filmada en Irlanda, una práctica poco usual para el estandar ahorrativo de Universal) proyextos que probaban el amor de Sirk por la naturaleza y de los que habló apasionadamente en entrevistas y de los que más tarde tuvo pocas posibilidades de explorar en las frecuentes películas combinadas con los estudios. En ambas películas Hudson juega un desconocido ingenuo que, para obtener lo que quiere, debe adoptar la apariencia de su antagonista. (Én “Taza” se convierte en un policía uniformado de la reservación y en "Lightfoot", un revolucionario provinciano que se viste como un aristócrata de Dublín.) Actuaciones de papeles diferentes son tema comunes de Sirk, pero aquí parece que resumen la vida impostada de Hudson, ambos como un aspirante a actor como un hombre gay pasando por heterosexual.
El desenfrenado melodrama de Sirk "Written on the Wind" de 1956 (como "Magnificent Obsession" y "All That Heaven Allows," disponible en una excelente edición de Criterion), protagonizado por Hudson, Robert Stack y Dorothy Malone, fue la película de mayor recaudación de la Universal de la temporada. Sirk debió haber figurado que era tiempo para sacarle provecho a sus tres nuevas estrellas y elegirlas para una desenfadada película de arte.
Basado en "Pylon", una novela de William Faulkner de 1935 en gran medida olvidada, y filamda en CinemaScope blanco y negro, "The Tarnished Angels" es entre las creaciones más auto-consciente y artísticamente ambiciosas de Sirk, un sombrío e inquietante trabajo obstinado sobre la atracción erótica de la muerte. Hudson, tan auto diminuido que aparece en la pantalla, es un reportero de Nueva Orleans en 1932, que se encuentra mórbida e irresistiblemente atraido hacia LaVerne (Malone), una paracaídas profesional que a su vez está obsesivamente involucrada con su marido (Stack), un piloto atormentado por un marcado deseo por la muerte.
Aquí Sirk utiliza toda la gama de su técnica, de la profusión desorientadora de espejos y marcos dentro de marcos a imágenes de cortes rápidos que comentan amargamente e incluso cruelmente, las situaciones de los personajes: un borracho aullando con una máscara de la muerte que interrumpe el abrazo de la pareja; el paneo de un cadáver que se saca de una bahía a una pareja besándose apasionadamente en el asiento trasero de un auto.
Se trata de hacer un cine virtuoso al servicio de una visión cautivantes, no a diferencia de Orson Welles en "Touch of Evil," que el productor de "The Tarnished Angels," Albert Zugsmith, montaría para Universal un año más tarde. Sin embargo, hay momentos de sutileza casi microscópicos: el movimiento de cámara que expresan los cambios morales de los personajes de Hudson y Stack, donde uno crece más grande que el otro; la infinita ternura con que Hudson acaricia el pelo Malone, intentando comfortarla después de un problema.
Luego está Malone, quien ganó un Oscar como actriz de apoyo por su trabajo en "Written on the Wind", y que aquí da el verdadero rendimiento de su carrera con una angelical figura vestida de blanco intensamente iluminada por Sirk. Sus ojos grandes y claros transmiten una profunda tristeza y una experiencia que el persoanje de Hudson jamás conocerá. Douglas Sirk sabía cómo realizar una tormenta en un estudio, manejando luces y sonidos. También sabía cuando la tormenta ya estaba allí, respecto a la profundidad de los actores.

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